LLIBRE i PEL·LÍCULA. “El Guepard” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1958), l’exemple clàssic per a parlar de liberalisme i nacionalisme

Edició que jo he llegit:

• Madrid, Diario El País, S.L., 2003
• 300 pàgines, en castellà, col·lecció “Clásicos del siglo XX”

–

El Guepard és una novel·la que narra la història de la decadència d’una família aristocràtica siciliana, en el context històric del procés de la unificació política d’Itàlia, durant la segona meitat del segle XIX.

El món aristocràtic del príncep Fabrizio Salina –personatge inspirat en el besavi de l’autor de la novel·la– s’ensorra. El regne de Nàpols o de les Dos Sicílies desapareix amb l’arribada de Garibaldi i els seus soldats, els quals annexionaran aquest territori al nou Regne d’Itàlia. També trobem la por a la revolució social, als grans canvis. Per això, per a que tot continue igual, i els rics continuen manant i els pobres obeint, ha de canviar tot, per a evitar transformacions més radicals i populars.

D’aquesta manera els canvis seran limitats: la vella aristocràcia cedeix protagonisme a la nova classe especulativa i terratinent de classes mitges adinerades, i s’alia amb ella, amb les pretensioses apologies de la unitat d’Itàlia de fons. Enmig de tot açò està un món en crisi on els més llestos sabran jugar les seues cartes, com el jove Tancredi, príncep de Falconeri, que es casarà amb Angelica, la filla de don Calogero Sedára, l’alcalde enriquit de Donnafugata, en compte de triar la seua cosina Concetta Salina. També destaca la figura del capellà Pirrone, nexe entre la gent adinerada i el poble baix.

En suma, El Guepard és una novel·la de sentiments i passions –l’amor, el patriotisme, la fidelitat, l’honor–, però també del cinisme i la hipocresia d’un nou món que es perfila, amb les mentides i la corrupció d’un sistema liberal incomplet i fals, al sud de la nova Itàlia unificada.

Sobre l’autor: Giuseppe Tomasi de Lampedusa (1896-1957) va viure solitàriament als palaus paterns en companyia dels llibres i la lectura. Bon coneixedor i admirador d’Stendhal, Proust i Joyce, a finals de 1954 inicia El Guepard, la seua obra mestra, portada al cine per Luchino Visconti, amb Burt Lancaster, Allain Delon i Claudia Cardinale. Va morir sense saber que la seua obra va arribar a ser un èxit de vendes.

–

Aplicació didàctica

– Història contemporània: liberalisme i nacionalisme, la unificació d’Itàlia, la por a la revolució social, el cinisme a la política, la decadència de l’aristocràcia de l’Antic Règim.

– Bellesa: un dels llibres més ben escrits que he llegit mai.

– Recomanat a partir de 16 anys.

– Imprescindible saber de la seua existència per a qualsevol persona amb un mínim de cultura.

–

La pel·lícula “El Guepard”

Aquesta pel·lícula és un clàssic, i segurament és més famosa que la novel·la. “Il Gattopardo” va ser dirigida per Luchino Visconti l’any 1963 i va comptar amb actors de luxe com Burt Lancaster fent de Fabrizio Salina (possiblement el millor paper de la seua carrera), Alain Delon fent del seu nebot Tancredi, i Claudia Cardinale fent de Angelica, la filla del terratinent don Calogero Sedára i futura esposa de Tancredi.

És una pel·lícula lenta i un poc llarga: dura quasi tres hores i l’última hora es fa massa llarga. Jo considere que no és una pel·lícula apta per a posar en classe, però sí que és totalment recomanable per a ampliar coneixements o per a manar-la en un treball de classe (si és voluntari millor).

El Gatopardo és una d’eixes pel·lícules que si la veus en el moment adequat de la teua vida t’enriqueix per a sempre i no oblides mai.

Recursos sobre la pel·lícula

– Dossier didàctic molt complet realitzat per Tomás Valero, del web cinehistoria, en pdf, enllaç ací

– Quadern de treball de la pel·lícula, del web Cine e historia, enllaç ací

– Fitxa de “El Gatopardo” en filmaffinity, enllaç ací

–

Índex de cites

1. Que tot canvie per a que tot continue igual

2. L’aristocràcia: arribada del Príncep de Salina al seu palau de Donnafugata

3. La burgesia i la vella aristocràcia. La vertadera revolució: Don Calogero apareix vestit de frac

4. La corrupció política i el frau electoral al referéndum sobre la unitat d’Itàlia

–

Cites

1. Que tot canvie per a que tot continue igual, pàgina 31

“[Tancredi] —Si allí no estamos también nosotros –añadió–, ésos te endilgan la república. Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico?”

–

2. L’aristocràcia: arribada del Príncep de Salina al seu palau de Donnafugata, pàgines 67-69

“El palacio Salina lindaba con la iglesia parroquial. Su pequeña fachada con siete ventanas sobre la plaza no dejaba suponer su gran extensión que ocupaba hacia atrás unos doscientos metros. Eran construcciones de diversos estilos armoniosamente unidas, en torno a tres enormes patios y terminando en un amplio jardín. A la entrada principal sobre la plaza los viajeros fueron sometidos a nuevas manifestaciones de bienvenida. Don Onofrio Rotolo, el administrador local, no participaba en las acogidas oficiales a la entrada del pueblo. Educado en la rígida escuela de la princesa Carolina, consideraba al vulgus como si no existiera y al príncipe como un residente en el extranjero hasta que no hubiese cruzado el umbral de su propio palacio. Por esto hallábase allí, a dos pasos del portón, pequeñísimo, viejísimo, barbudísimo, teniendo al lado a su mujer mucho más joven que él y gallarda, detrás a la servidumbre y a ocho campieri con el Gatopardo de oro en el sombrero y en las manos ocho escopetas siempre inactivas.

—Considérome dichoso de dar la bienvenida a sus excelencias en su casa. Reintegro el palacio en el estado justo en que me fue entregado.

Don Onofrio Rotolo era una de las raras personas estimadas por el príncipe, y acaso la única que jamás le había robado. Su honestidad frisaba la manía, y de ella se contaban episodios espectaculares, com el del vasito de rosoli dejado semilleno por la princesa en el momento de una partida, y encontrado un año después en el mismo sitio con el contenido evaporado y reducido al estado de heces dulces, pero intacto.

—Porque ésta es una parte infinitesimal del patrimonio del príncipe y no debe desperdiciarse.

Terminados los cumplidos con don Onofrio y Donna Maria, la princesa, que se mantenía de pie a fuerza de nervios, se fue a acostar, las jóvenes y Tancredi corrieron hacia las tibias sombras del jardín, y el príncipe y el adminstrador dieron una vuelta por el gran apartamento. Todo estaba en perfecto orden; los dorados de las encuadernaciones antiguas lanzaban un fulgor discreto, el alto sol hacía brillar los mármoles grises en torno a las puertas. Todo hallábase en el estado en que se encontrara cincuenta años antes. Salido del ruidoso torbellino de las disidencias civiles, don Fabrizio se sintió reanimado, lleno de serena seguridad, y miró casi tiernamente a don Onofrio que llevaba a su lado un trotecillo cochinero.”

–

3. La burgesia i la vella aristocràcia. La vertadera revolució: Don Calogero apareix vestit de frac, pàgines 81-83

“El príncipe quería que la primera comida en Donnafugata tuviera siempre un carácter solemne; los hijos, hasta los quince años, eran excluidos de la mesa, se servían vinos franceses y el ponche a la romana antes que el asado, y los criados, con peluca empolvada y calzón corto, servían la mesa. Solamente transigía en un detalle: no se ponía el traje de etiqueta para no embarazar a los huéspedes que, evidentemente, no lo poseían. […]

Todo era apacible y acostumbrado, cuando Francesco Paolo, el chico de dieciséis años, hizo en el salón una irrupción escandalosa.

—Papá, don Calogero está subiendo la escalera. ¡Viene de frac!

Tancredo valoró la importancia de la noticia un segundo antes que los demás; estaba dedicado a fascinar a la mujer de don Onofrio. Pero cuando oyó la fatal palabra no pudo contenerse y soltó una risa convulsa. No se rió, en cambio, el príncipe, sobre quien, hay que decirlo, la noticia tuvo un efecto mayor que el parte de desembarco en Marsala. Éste había sido un acontecimiento no sólo previsto, sino también lejano e invisible. Ahora, sensible como era a los presagios y los símbolos, contemplaba una revolución en aquella corbatita blanca y en aquellos dos faldones negros que subían las escaleras de su casa. No sólo el príncipe no era ya el mayor propietario de Donnafugata, sino que se veía asimismo obligado a recibir, vestido de tarde, a un invitado que se presentaba vestido de noche.”

–

4. La corrupció política i el frau electoral al referéndum sobre la unitat d’Itàlia, pàgines 121-123

“—Yo, excelencia, voté que “no”. “No”, cien veces “no”. Sé que me dijo: la necesidad, la unidad, la oportunidad. Tiene razón; yo de política no entiendo nada. Dejo estas cosas a los demás. Pero Ciccio Tumeo es un caballero, pobre y miserable, con los fondillos rotos —y sacudía sobre sus nalgas las minuciosas culeras de sus pantalones de caza—, y no había olvidado los beneficios recibidos, y esos puercos del Municipio se han tragado mi opinión, la mastican y después la cagan convertida en lo que quieren. Dije negro y me hacen decir blanco. […]

Al llegar a este punto descendió la calma sobre don Fabricio que finalmente había resuelto el enigma: ahora sabía a quién habían matado en Donnafugata, y en otros cien lugares, durante aquella noche de sucio viento: un recién nacido: la buena fe: justamente esa criatura que debieran haber cuidado más, cuyo fortalecimiento habría justificado otros estúpidos vandalismos. El voto negativo de don Ciccio, cincuenta votos semejantes en Donnafugata, cien mil “no” en todo el reino, no habrían cambiado en nada el resultado, lo habrían hecho aún más significativo, y se habría evitado estropear las almas. […]

— [don Ciccio continúa despotricando] Mi “no” se convierte en un ”sí”. Era un “súbdito fiel” y me he convertido en un “borbón asqueroso”. Ahora todos son saboyardos. Pero a los saboyardos me los tomo con el café —y soteniendo entre el pulgar y el índice un imaginario bizcocho lo mojaba en un taza imaginaria.”

–

Notes finals

1. Recorde que Mario Vargas Llosa a la seua obra “La verdad de las mentiras”, un estudi divulgatiu sobre 25 llibres publicats al segle XX, acabava el capítol sobre “El Gatopardo” llançant un crit més o menys així: “Cómo? Cómo lo hizo? Cómo fue posible?”, meravellant-se que un autor desconegut i que mai abans havia escrit res tan bo, escriguera una obra cabdal de la literatura italiana i universal com és aquesta.

2. Hi ha un article molt ben escrit i molt intel·ligent de Javier Marías, titulat Odiar “El Gatopardo”, a El País, 12/03/2011, enllaç ací

3. Mapa del procés d’unificació italiana, de 1815 a 1870

La unificació italiana, 1815-1870
(Polseu sobre el mapa per a fer-lo més gran)

–

Advertisement